El Gran Premio de Canadá ha dejado a Fernando Alonso una vez más en la cúspide de su juego. Con un séptimo puesto que no solo suma puntos, sino que le da un nuevo color a su posición en la clasificación general, el asturiano sigue demostrando que está más presente que nunca. Mientras los motores rugían y las estrategias se tejían entre risas y nervios, Alonso salió al circuito con una energía renovada.
Una carrera llena de emociones
Pese a que no pudo alzarse en el podio junto a Verstappen y Hamilton como muchos deseaban, dejó claro que su habilidad es innegable. Tras finalizar la carrera, expresó: «Es penalizable si hay banderas amarillas y el volante se llena de avisos». Y vaya que fue cierto; aunque cumplió bajo coche de seguridad, los comisarios decidieron mantenerle en esa séptima posición tan disputada.
El fin de semana tuvo un aire diferente. Con un AMR25 preparado para brillar y un Alonso decidido a marcar la pauta, él mismo dijo: «No creo que muchos pilotos estén más fuertes». Se notaba su confianza mientras competía codo a codo sin perder terreno ante sus rivales, dejando claro que sabe lo que hace y cómo posicionarse.
Alonso ha sido el mejor entre los coches de la zona media y eso lo logró incluso en clasificaciones previas como en Ímola o Canadá. Sin embargo, como buen estratega, remarcó: «Todavía tenemos que estudiar lo que pasa en carrera». Su mente ágil siempre está pensando hacia adelante.
A pesar de algunos contratiempos durante la carrera, donde llegó a estar muy cerca de Hamilton, sumó unos puntos valiosos para Aston Martin. La mejora del AMR25 se hace notar; cada vez es más dócil y permite maniobras precisas. En este sentido, Andy Cowell dejó claro: «Queremos seguir empujando en todas las áreas; fueron unos puntos 100% merecidos».
Así pues, mientras algunos miran hacia atrás buscando respuestas del pasado reciente del equipo británico, Alonso mira hacia adelante con determinación.