El Gran Premio de Canadá ha sido un nuevo capítulo lleno de decepciones para Yuki Tsunoda. Desde que se hizo cargo del segundo asiento en Red Bull, no ha logrado cerrar un fin de semana positivo. La situación es crítica y cada carrera parece más complicada que la anterior.
Un día lleno de contratiempos
Este sábado, el japonés se vio envuelto en una serie de problemas que lo llevaron a salir desde la última posición por sanción. Tras un incidente con Oscar Piastri, donde recibió una penalización de 10 puestos en la parrilla, las cosas no hicieron más que empeorar. Al final, su intento por avanzar en la Q2 resultó en una amarga decepción al quedar 11º.
A lo largo de su vuelta de salida, Tsunoda se encontró con dificultades inesperadas. Primero fue rebasado por Antonelli justo al salir del pit lane y luego sufrió un toque del que no dudó en expresar su frustración. A pesar de los esfuerzos del equipo para evitar la sanción, el resultado fue inevitable y ahora todos miran preocupados hacia el futuro.
Como si esto fuera poco, los números hablan por sí solos: ha puntuado apenas en tres carreras desde que se incorporó a Red Bull. ¿Es esta realmente la solución para el equipo? Lo cierto es que la presión comienza a crecer y otros pilotos como Isack Hadjar, revelación del año con Racing Bulls, ya han expresado sus dudas sobre estar listos para dar ese salto al ‘hermano mayor’ del equipo.
Tsunoda sigue buscando respuestas mientras Red Bull lidia con el dilema del segundo piloto. Las expectativas eran altas cuando le dieron la oportunidad tras el polémico paso de Liam Lawson. Pero este fin de semana solo deja claro lo que muchos temían: hay mucho trabajo por hacer si quieren estar a la altura.