En el GP de Aragón, los hermanos Márquez volvieron a hacer historia, alcanzando su 11º doblete en esta emocionante temporada de MotoGP. Marc y Álex, con esa complicidad que solo se da entre hermanos, celebraban juntos mientras el público estallaba en vítores. «Somos muy conscientes de que esto no es normal y hay que disfrutarlo al máximo», comentaba Álex, sin poder ocultar su alegría tras la carrera.
Un dominio sorprendente en la pista
Aquí estamos ante un hecho que, más allá de lo numérico, tiene una carga emocional tremenda. Los Márquez están reventando las estadísticas del Mundial, mostrando un nivel espectacular incluso sin los anteriores campeones a la vista. Y aunque Bagnaia había tenido buenos momentos en temporadas pasadas, este 2025 parece ser otro cantar; apenas ha logrado una victoria hasta ahora.
Así es como los dos pilotos de Cervera han tomado las riendas del campeonato. En cada carrera, ya sea sprint o Gran Premio, se han encontrado disputando los primeros lugares. Es increíble pensar que llevamos 27 años sin ver a dos hermanos compartiendo podio en la ‘Clase Reina’, desde aquellos días de los Aoki. Pero ellos lo han logrado no una ni dos veces, sino once.
No es solo talento; también hay estrategia y ese toque especial que tienen entre ellos. Marc ha mencionado alguna vez cómo se fija en su hermano durante las carreras para ajustar su propio rendimiento; es como si tuvieran un pacto secreto sobre el asfalto. Este vínculo palpable añade una capa extra a sus actuaciones y hace que cada victoria sea aún más dulce.
A medida que avanzamos por esta temporada larga y dura, queda claro que los Márquez van a marcar el ritmo como nunca antes habíamos visto. Y mientras tanto, su madre Roser tendrá un dilema emocionante: ¿qué camiseta ponerse para apoyar a sus chicos? Quizás debería optar por algo que combine ambos colores porque aquí hay dos campeones brillando juntos.