En una jornada vibrante en MotorLand, el gran Marc Márquez volvió a demostrar que tiene un talento descomunal. En esta ocasión, no solo se trataba de ganar, sino de hacer frente a su hermano Álex en una carrera que prometía emociones fuertes. Desde el inicio del GP Aragón, todos estábamos expectantes, sabiendo que la curva 1 sería testigo de un espectáculo digno de recordar.
Una maniobra espectacular
Con su Ducati rugiendo como nunca, Marc no tardó en mostrar su maestría. Después de unas primeras vueltas algo tensas, se mantuvo tras Álex y esperó el momento perfecto para sacar toda su magia. Y vaya si lo hizo. En las últimas curvas del circuito aragonés, realizó un adelantamiento asombroso que dejó a todos boquiabiertos. “Se ha tirado desde lejísimos”, comentaba Dani Pedrosa mientras los aficionados contenían la respiración.
Aquella maniobra no fue simplemente otro movimiento más; fue una declaración de intenciones y una forma de ‘vengar’ la única derrota que había sufrido este año ante su hermano en Silverstone. Así es como se vive la competición entre estos dos campeones: pasión y rivalidad al máximo nivel.
Mientras tanto, el resto del sprint también tuvo sus momentos interesantes, con Pedro Acosta intentando remontar sin mucho éxito y Fermín Aldeguer subiendo posiciones conforme avanzaban las vueltas. Sin embargo, ningún piloto logró eclipsar el brillo del ’93’, quien, con su victoria en Aragón, amplió su ventaja en la clasificación general del Mundial.
No cabe duda: cada vez que Marc Márquez se lanza a la pista, lo hace para dejar huella y recordar por qué es uno de los grandes del motociclismo. Y nosotros estamos aquí para disfrutarlo.