En una conversación sincera y cargada de nostalgia, Flavio Briatore, el antiguo jefe de Michael Schumacher, abrió su corazón en el ‘Corriere della Sera’. Habló del estado del legendario piloto alemán, quien lleva más de una década luchando tras aquel trágico accidente de esquí. «Si cierro los ojos, lo veo sonriendo después de una victoria», confesó Briatore con una emoción palpable. Él prefiere recordar a Schumacher así, no postrado en una cama.
Un recuerdo imborrable
Briatore, que hoy tiene 75 años, reveló que aunque es consciente del estado actual de Schumacher —un hecho que su esposa Corinna cuida con mucho celo— jamás ha ido a verlo desde aquel fatídico día. «Corinna y yo hablamos a menudo», dijo. Y es que la amistad entre ellos perdura a pesar del silencio que rodea la vida del siete veces campeón mundial.
Recordando sus días juntos en la pista, Flavio comentó sobre su mejor recuerdo: el título de 1994. Aseguró que tenían a toda la Federación en contra y que los gigantes como Ferrari y McLaren no podían soportar ver ganar a un joven piloto y un equipo poco convencional como Benetton. «No soy ingeniero ni aficionado; solo vi mi primer GP cuando Benetton me llevó a Australia», bromeó.
El tema de Schumacher siempre trae consigo emociones intensas. Su exesposa Elisabetta Gregoraci había mencionado anteriormente cómo se comunica ahora: “Michael no habla, se comunica con la mirada”. Y su hijo Mick también dejó claro en un documental que ambos han desarrollado un lenguaje propio para entenderse.
A medida que las conversaciones se tornaban más reflexivas, Briatore también opinó sobre quién es el mejor piloto de todos los tiempos. Aunque mencionó nombres como Senna y Alonso, apuntó directamente al presente: “Ahora el número 1 es sin duda Max Verstappen”. Al final del día, lo importante es mantener viva la memoria de aquellos momentos compartidos en la pista y el legado imborrable de Schumacher.