Este fin de semana, Cantabria se convirtió en el escenario perfecto para revivir la emoción del rally. Dani Sordo, el piloto de Puente San Miguel, no solo se subió al volante de su querido Hyundai i20 Coupé WRC, sino que lo hizo acompañado de alguien muy especial: su madre, Montse. Imagina la escena: madre e hijo compartiendo la adrenalina y la pasión por las carreras en un evento tan emblemático como el Rally Festival Hoznayo.
Un reencuentro emocionante
Seis meses después de la Carrera de Campeones organizada por su padre, Dani ha vuelto a sentir esa conexión única con su coche favorito. Este modelo ha sido testigo de sus victorias más memorables en el Mundial, y qué mejor manera de celebrarlo que llevándose a su madre como copiloto. «Tenía tantas ganas de esto», confesó emocionado en sus redes sociales.
A medida que recorrían las míticas cunetas del festival, los dos disfrutaron del rugido del motor y del fervor inigualable de los aficionados. Con cada giro y acelerón, Sordo logró poner en pie a todos los presentes mientras trazaba curvas entre la niebla de Peña Cabarga. Un espectáculo que recordará siempre.
Montse nunca había vivido algo así; compartir esta experiencia con su hijo fue sin duda un regalo para ambos. La pasión por el automovilismo corre por sus venas, y ver a Dani pilotar tan cerca debió ser un momento inolvidable. Sin lugar a dudas, este fin de semana quedó grabado no solo en sus corazones sino también en la memoria colectiva de los amantes del rally.