El Gran Premio de España de Fórmula 1 nunca decepciona, y esta edición de 2025 fue un claro ejemplo de ello. Desde el momento en que los coches salieron a la pista, el ambiente se encendió. La salida, como siempre, fue crucial. Esa recta larga y la primera curva invitan a la acción, y este año no fue la excepción.
Fernando Alonso brilló desde el primer instante, dejando claro que estaba presente en cada rincón de la carrera. No era lo que muchos esperaban; Norris no pudo mantener su posición frente al imbatible Max Verstappen. El neerlandés lanzó su ataque hacia Piastri, pero el joven australiano tenía otros planes. Con una salida impecable al igual que sus victorias en Jeddah y Miami, Piastri mostró que está aquí para quedarse.
Un espectáculo lleno de emoción
Aunque no hubo choques memorables como los de años anteriores entre Rosberg y Hamilton, sí hubo momentos intensos: Albon tuvo un pequeño roce con su alerón y Lawson casi choca con Alonso. Mientras tanto, nuestro querido Fernando buscaba oportunidades por todas partes. En las últimas curvas intentó adelantar a Hadjar con toda su fuerza; incluso se atrevió a hacer un movimiento arriesgado contra Hulkenberg, quien terminó ocupando el décimo puesto.
El clima era tenso; Russell se desesperaba por radio diciendo: «Estos p**** no paran de moverse en la frenada». Una clara señal del caos controlado que caracteriza estas carreras llenas de adrenalina. A medida que avanzaba la competencia, quedaba claro que todos estaban dispuestos a darlo todo en busca del triunfo.