En el Gran Premio de España, Fernando Alonso ha dejado a todos boquiabiertos con un giro que ni él mismo se esperaba. Saldrá desde la 10ª posición, pero eso no refleja lo que realmente mostró en la pista. Con un tiempo impresionante de 1:12.284, el asturiano se metió entre los grandes, aunque no pudo mantener su lugar tras ser superado en el último instante. Sin embargo, el AMR25 se mantuvo firme en la Q3 y eso es motivo de celebración.
Una estrategia arriesgada pero efectiva
Alonso decidió cambiar el juego y salió con su único neumático nuevo mientras otros pilotos aprovechaban más compuestos blandos. Y vaya si funcionó: logró superar a Verstappen y se colocó 5º durante unos momentos. Su reacción fue pura emoción; celebrando desde dentro del coche y exclamando un efusivo «¡Woo!» por radio cuando su equipo lo felicitaba. Desde el muro, sus compañeros no podían contenerse: “¡Ha sido una gran vuelta!”, repetían emocionados.
El piloto asturiano ha hecho una vez más vibrar a su ‘Marea’, esos fieles seguidores que lo han acompañado desde aquellos días de gloria en 2003, cuando las gradas de Montmeló eran un mar azul. Esta es la tercera vez consecutiva que Alonso llega a Q3 con Aston Martin y aunque hoy terminó 10º, mantiene la esperanza de pelear por puntos contra rivales como Gasly o Hadjar. Pedro de la Rosa, embajador de Aston Martin y comentarista en DAZN, lo resumió perfectamente: “Es un pedazo de resultado en un circuito donde pensábamos estar en la Q2”. Un avance notable al encadenar Ímola, Mónaco y Barcelona entre los diez primeros.
Ahora queda la batalla por los puntos. Aún no han llegado, ya que las carreras anteriores han tenido sus altibajos: malas decisiones estratégicas en Ímola, problemas mecánicos en Mónaco o incidentes desafortunados como el accidente en Australia y el golpe de Lawson en Miami son parte del camino complicado que enfrentan.