El piloto español Álex Palou se encuentra en una etapa de celebración tras su histórica victoria en las 500 Millas de Indianápolis, un logro que ha puesto a España en el mapa del automovilismo. Sin embargo, lejos de dejarse llevar por la euforia y los compromisos sociales que le siguieron, Palou ha demostrado que está enfocado y preparado para seguir compitiendo al más alto nivel. Así lo evidenció durante la clasificación del GP de Detroit, donde logró un meritorio quinto puesto.
Un desafío que no asusta
Las calles de Detroit son notoriamente complicadas, un verdadero laberinto para los pilotos. Palou se enfrentó a esta dura realidad después de una semana repleta de celebraciones. Muchos temían que la resaca emocional pudiera afectar su rendimiento, pero él salió decidido a demostrar lo contrario. En las prácticas previas, aunque no brilló como esperaba —ni siquiera alcanzando el top ten—, supo encontrar ese algo especial justo a tiempo para la clasificación.
A pesar de estar rodeado por pilotos temibles como Colton Herta y Kyle Kirkwood —los reyes del circuito urbano— Palou mostró su garra. Se propuso salir con todas las fuerzas desde el principio y así lo hizo: marcó un segundo mejor tiempo en su grupo y avanzó sin problemas al Fast 12. De ahí, continuó desafiando pronósticos hasta llegar al Fast 6, asegurándose una posición menos expuesta en la parrilla.
No obstante, el camino hacia esa ansiada sexta victoria aún es largo y complicado. La competencia promete ser feroz; cada piloto quiere aprovechar la oportunidad. Pero ¿quién podría dudar del talento de Palou? Este domingo a partir de las 18:52 hora española tendrá lugar una carrera intensa y emocionante donde estará luchando por mantener vivo su sueño mientras navega entre los desafíos del circuito.