Motor

La montaña rusa de Alonso en Ímola: sueños y realidades

Publicidad

El Gran Premio de la Emilia Romagna fue una mezcla de esperanza y desilusión para Fernando Alonso. El piloto asturiano, que nos ha acostumbrado a vivir emociones intensas, terminó en un decepcionante 11º lugar. Sin embargo, la carrera dejó destellos de su antiguo yo, ese que lucha contra viento y marea a bordo de un coche que no siempre está a la altura. La salida fue prometedora: Alonso atacó con fuerza al McLaren de Piastri, mostrándonos que aún tiene mucho que dar.

Un resultado engañoso

A pesar de los esfuerzos, el resultado final refleja lo duro del deporte. En esta ocasión, Aston Martin falló en aprovechar las oportunidades y eso le costó caro. En contraste, Carlos Sainz brilló con un 8º puesto que también podría parecer insuficiente, pero representa su constancia en el Williams. A medida que avanza la temporada, tanto él como Alonso deberán encontrar esas pequeñas victorias que les permitan escalar posiciones y dejar atrás sus respectivos dramas.

Verstappen se llevó el triunfo sin contemplaciones. Su habilidad para adelantarse al ‘dormido’ Piastri y manejar la carrera con inteligencia demuestra por qué es uno de los grandes favoritos del Mundial. Y mientras tanto, nosotros seguimos esperando que Aston Martin esté a la altura del talento de Alonso en las próximas carreras.

Noticias relacionadas
Motor

Álex Márquez se ríe de las críticas: 'No es que haya ganado Marc, Bezzecchi le dejó pasar'

En el vibrante ambiente del Gran Premio de San Marino, Álex Márquez no pudo ocultar su alegría…
Leer Más
Motor

Marco Tapia brilla con luz propia en Estoril

En el corazón de Portugal, en el Circuito de Estoril, Marco Tapia ha demostrado una vez más por…
Leer Más
Motor

Marc Márquez en Misano: Pasión y rabia desatada tras la victoria

En el vibrante Gran Premio de San Marino, Marc Márquez no solo logró una victoria memorable, sino…
Leer Más
Newsletter
Suscríbete a MH

Recibe el resumen diario en tu bandeja de las noticias que realmente te importan.