La emoción en el Gran Premio de Emilia Romagna fue palpable desde el principio. En una carrera que prometía acción, Fernando Alonso hizo su primera parada y salió del pit-lane con una imagen que sorprendió a todos: ¡fuego saliendo de sus frenos! No era nada peligroso, pero sin duda un espectáculo curioso para los aficionados presentes y los que lo seguían desde casa.
En ese instante, el piloto ovetense se encontraba en plena lucha por posiciones. Había realizado una excelente primera mitad de carrera, superando a Norris y metiéndose en la pelea por el tercer puesto cuando McLaren no pudo adelantar a George Russell. Fue entonces cuando decidió cambiar a neumáticos duros, y ahí fue donde apareció el fuego en su AMR25. Un momento espectacular pero más llamativo que preocupante.
Un día complicado para otros pilotos
A diferencia de Alonso, otros como Oscar Piastri, no tuvieron tanta suerte. El australiano sufrió una parada lentísima por parte de sus mecánicos, dejándolo atrapado entre coches más lentos pero con neumáticos más rápidos. Eso sí que fue un golpe duro para él, mientras Alonso continuaba su camino sin problemas aparentes.
Aunque algunos puedan pensar que este tipo de incidentes son alarmantes, en realidad es parte del espectáculo de la Fórmula 1. A 300 km/h, esos pequeños fuegos suelen apagarse solos rápidamente y no afectan al rendimiento del coche. Así que al final, tanto Alonso como Sainz pudieron continuar luchando hasta el final, dejando claro que los españoles están dando guerra este año.