En la emocionante jornada del Gran Premio de Emilia Romagna, los corazones se detuvieron cuando Yuki Tsunoda sufrió un accidente que dejó a todos con la boca abierta. A tan solo 12 minutos de que terminara la primera ronda de clasificación (Q1) en el icónico circuito Enzo e Dino Ferrari, el japonés perdió el control de su Red Bull en la peligrosa curva Villeneuve. Un instante fatídico que terminó con su coche destrozado y una gran preocupación entre sus compañeros.
Un accidente que deja huella
Tsunoda abordó las curvas 5 y 6 con optimismo, pero al desafiar los pianos, se encontró con un salto inesperado que lo descolocó por completo. El impacto fue brutal: el coche voló y terminó volcando gracias a las medidas de seguridad del circuito, evitando una tragedia mayor. No es común ver accidentes así en la Fórmula 1, y esto nos recuerda lo arriesgado que puede ser competir en este tipo de trazados.
A pesar del susto y del estruendo del metal destrozado, Tsunoda salió por su propio pie del vehículo, aunque tendrá que pasar por el Centro Médico para asegurarse de que está bien. Pilotos como Oscar Piastri, quien estuvo muy cerca del incidente, no pudieron evitar mostrar su inquietud al preguntar: «¿Está bien?» mientras seguían la transmisión. Liam Lawson también compartió su preocupación tras ver las imágenes por televisión.
Este desafortunado percance no llega en buen momento para Tsunoda. Desde que tomó el volante después de la sorprendente decisión de dejar fuera a Lawson justo antes del Gran Premio de Japón, ha tenido altibajos en rendimiento. Ahora tendrá que salir desde el último puesto (20º), enfrentándose a una remontada complicada mientras Red Bull trabaja contrarreloj para reparar los daños.