En el corazón del circuito de Ímola, donde los motores rugen y las esperanzas se elevan, se siente un aire de inquietud en Ferrari. La Scuderia ha tenido un arranque complicado en 2025, con solo un podio en seis carreras y una diferencia abismal de 152 puntos con McLaren en la clasificación de Constructores. Y aquí es donde entra Enrico Cardile, el exjefe de chasis que dejó la escudería para unirse a Aston Martin el pasado julio.
Las Sombras del Pasado
Fred Vasseur, director del equipo, parece querer esquivar responsabilidades al insinuar que el bajo rendimiento actual puede estar ligado a decisiones pasadas dejadas por Cardile. «El 95% del equipo sigue intacto desde los proyectos anteriores», argumenta Vasseur mientras trata de desviar la atención hacia la necesidad constante de mejorar en este deporte. Aunque suena convincente, muchos se preguntan si realmente hay una solución al alcance.
«Cuando Loic Serra llegó hace seis meses, el diseño del coche ya estaba prácticamente cerrado», explica Vasseur como justificante. Pero claro, también admite que algunos elementos podrían haber influido y que hay espacio para seguir avanzando. A pesar de los problemas evidentes con la estabilidad y la frenada del SF-25, asegura que aún quedan mejoras por explorar antes de pensar en abandonar este proyecto.
Y así seguimos esperando que Ferrari encuentre su rumbo entre cambios y desafíos, enfrentando lo que parece ser un año lleno de altibajos. Mientras tanto, todos miramos expectantes hacia el horizonte: ¿será capaz Ferrari de revertir esta situación antes de que sea demasiado tarde?