El Gran Premio de Miami nos ha dejado una imagen impactante: Oscar Piastri y McLaren se alzaron como auténticos reyes, dejando a sus competidores a más de 37 segundos. Sí, lo leíste bien. Esa distancia es un eco de épocas pasadas, donde la desigualdad entre equipos era abrumadora. Una señal clara de que esta temporada, que se suponía igualada, podría no serlo tanto.
Un futuro incierto para la competencia
Piastri no solo ganó; su actuación fue un grito en la pista, mientras que George Russell cruzaba la meta sintiendo el peso de esa brecha. Y ahora, con la gira europea a la vista y el circuito de Ímola en el horizonte, todos los ojos están puestos en cómo McLaren puede seguir escribiendo su historia. Actualizaciones vienen en camino y Mónaco siempre trae sorpresas, pero parece que este año el MCL-39 tiene algo más bajo la manga.
Max Verstappen lo dejó claro: “Todos vemos lo que ocurre”. Pero McLaren no solo vuela por su aerodinámica; hay un misterio detrás de su ritmo que tiene a los demás equipos inquietos. Las preguntas flotan sobre si están utilizando tecnologías avanzadas para enfriar neumáticos o si simplemente tienen un as bajo la manga.
No podemos olvidar a los pilotos, quienes también juegan un papel crucial en esta jugada maestra. Piastri está brillando con luz propia y Lando Norris aporta su talento al equipo, creando una combinación temible. De hecho, son los únicos con cinco podios cada uno hasta ahora. Las estadísticas hablan por sí solas: Piastri tiene una media increíblemente baja en posiciones finales comparado con otros grandes nombres del campeonato.
Sin embargo, cuando dos pilotos del mismo equipo luchan por el título suele haber tensiones internas. Zak Brown lo sabe: “Siempre que dos pilotos pelean por un título dentro del mismo equipo, esto termina mal”. Pero él confía en que esta vez será diferente.
Así estamos hoy: ante una Fórmula 1 donde McLaren parece estar marcando el paso y poniendo nerviosos a sus rivales. ¿Podrán mantener este nivel? La próxima carrera promete emociones fuertes y quizás algunas sorpresas más.