En la calurosa jornada del GP de Jerez, Yamaha y su flamante motor fueron los grandes protagonistas. Con una atención especial sobre cómo podrían competir contra la todopoderosa Ducati, las expectativas estaban por las nubes. Y allí estaba Marc Márquez, el octocampeón, dispuesto a darlo todo. En tres horas de duro entrenamiento, completó 41 vueltas, buscando respuestas tras su caída del domingo anterior.
Un día lleno de novedades
Por otro lado, Fabio Quartararo y Álex Rins no podían ocultar su satisfacción al probar el nuevo propulsor. Este motor en línea promete más potencia sin sacrificar las cualidades que tanto valoran. “No es un cambio radical, pero definitivamente es un avance”, resumía Paolo Pavesio, uno de los responsables del equipo. Mientras tanto, Honda también daba un paso adelante con su nuevo propulsor; aunque Joan Mir expresó sus dudas sobre las vibraciones que aún persisten.
A medida que avanzaba la tarde, Márquez volvió a brillar al marcar el mejor tiempo con un impresionante 1:35.876, desafiando al calor y mostrando que sigue siendo una fuerza imparable en la pista. La competencia se intensifica y todos tienen claro que la lucha por el título será feroz este año.