En el Gran Premio de Qatar, Marc Márquez llegó con la expectativa de sufrir. Pero lo que ocurrió fue todo lo contrario: arrasó en la pista tras conseguir una pole impresionante. Mientras él brillaba, su gran rival, Bagnaia, apenas lograba sumar puntos. En el Sprint, Márquez cruzó primero la meta, dejando claro que ha regresado con fuerza.
Un renacer en cada curva
“Si he ganado aquí en Qatar, es porque algo está cambiando”, comentaba Marc después de su tercer puesto en las Prácticas del viernes. Aunque venía marcado por un pasado lleno de altibajos en este circuito —con solo un triunfo el año anterior— hoy demostró que sabe cómo voltear cualquier situación a su favor. Las largas curvas a derechas le han dado problemas anteriormente, pero al subirse a su espectacular Ducati GP25, todo cambió. La confianza le desborda y se tradujo en una pole de récord.
En el Sprint no hubo sorpresas: todo salió como lo había planeado. Pese a un momento de duda cuando Álex lo atacó al cruzar la meta por primera vez, supo mantener la calma y fijar un ritmo imbatible. “He tenido buen rendimiento y me siento bien con la moto”, afirmaba después de una carrera que dejó claro quién manda.
No obstante, su hermano Álex también brilló con un segundo puesto que ya suma siete consecutivos. “Quiero estar más cerca de Marc, pero sé que será complicado”, confesaba él mismo. Y mientras tanto, Fermín Aldeguer sorprendía al superar a Quartararo justo antes del final.
A pesar del pesimismo inicial sobre sus posibilidades en esta temporada y los errores cometidos por Bagnaia —que salió 11º tras caer durante la Q2— el ambiente era optimista para los Márquez. Con una carrera larga por delante y un neumático desgastándose poco a poco, Marc espera seguir marcando diferencias: “Soy muy bueno gestionando gomas gastadas”, aseguraba convencido.