En la reciente carrera del GP de Qatar, Marc Márquez no solo se llevó el trofeo a casa, sino que también compartió con nosotros un vistazo a su táctica magistral. Con una mente fría y calculadora, decidió mantener un ritmo pausado al inicio, permitiendo que sus rivales apretaran, pero sin desgastar sus neumáticos desde el principio. En una entrevista posterior a la victoria, se mostró radiante y satisfecho.
La clave estuvo en la gestión
«He ido tirando más de cabeza que de instinto», confesó Márquez con sinceridad. A lo largo del fin de semana había estado ajustando su estilo para adaptarse al circuito. A pesar de las dudas iniciales, supo que tenía que gestionar cada vuelta como si fuera un juego de ajedrez; dejar pasar las primeras vueltas mientras Morbidelli tomaba ventaja fue parte del plan: «Al final, si queremos, ya lo pillaremos», recordó.
Cuando Pecco le adelantó, pensó: «Ahora empieza la carrera». Fue en ese momento cuando mostró su verdadera fortaleza. Con un manejo preciso y aprovechando el desgaste del neumático trasero, logró dar un tirón final impresionante que lo llevó a adelantar a Maverick y sellar su victoria.
Márquez también reflexionó sobre cómo algunas decisiones podrían haber cambiado la historia: «Quizá hubiera liderado las primeras vueltas», dijo. Sin embargo, sabía que hacer un inicio explosivo podría costarle caro más adelante. La estrategia dio sus frutos y pudo salir fortalecido en las últimas rondas.
Al final del día, no solo es una cuestión de velocidad; es sobre cómo leer cada curva y cada situación en pista. Con esta victoria bajo el brazo, Márquez demuestra una vez más por qué sigue siendo uno de los grandes en el motociclismo.