Este domingo, el ambiente en el Golfo Pérsico se siente diferente. Hay algo en el aire, y no solo son las altas temperaturas. El viento ha decidido hacer acto de presencia y puede cambiarlo todo durante la carrera del Gran Premio de Bahréin. Con la cita marcada a las 17:00 horas (en horario peninsular español), los equipos están en alerta máxima.
Un reto para los pilotos
Desde primera hora de la mañana, MARCA ha sido testigo del impacto que puede tener este factor meteorológico en el circuito. Se espera que las ráfagas sigan soplando con fuerza hasta que arranque la competición, alcanzando incluso velocidades similares a las vividas durante la clasificación del sábado. Este viento viene principalmente del norte, lo que complicará aún más las estrategias de rebufo y DRS, haciéndolo un verdadero desafío para los pilotos.
“Son coches muy sensibles al viento y las diferencias cambian en cada una de las tandas”, explica Fred Vasseur, jefe de Ferrari. Y claro, ellos saben bien lo que está en juego. Los escuderos intentarán aprovechar cualquier error de Piastri, quien parte con grandes expectativas tras su impresionante actuación con McLaren. “Parecía que nunca había llevado un F1”, comenta Lando Norris sobre su compañero.
Mercedes también se enfrenta a esta situación inusual. Andrew Shovlin, su ingeniero jefe en pista, destaca cómo “el viento exige una adaptación a los pilotos”. Aunque han tenido un pequeño tropiezo debido a una sanción impuesta a Russell y Antonelli justo después de terminar la qualy, siguen siendo fuertes contendientes gracias al clima fresco estimado en unos 27 grados.
La zona media promete ser un campo de batalla emocionante hoy. Gasly llegó con mucha fuerza el sábado y Sainz tiene buenas sensaciones desde su octavo puesto. En cuanto a Fernando Alonso, parece que tendrá otro día complicado; su coche aún no está donde debería estar en este tipo de condiciones adversas.