La historia de Carlos Sainz en el Gran Premio de Bahréin fue, sin duda, un auténtico drama sobre ruedas. El piloto español, tras una carrera llena de tropiezos y decisiones complicadas, se encontró con una nueva sanción que lo acompañará a Jeddah para la próxima cita. Un choque desafortunado con Kimi Antonelli le costó 10 segundos de penalización. Pero aquí viene lo irónico: al verse obligado a abandonar la carrera, esa sanción no pudo ser aplicada. Así que los comisarios decidieron transformarla en tres posiciones menos en la parrilla del GP de Arabia Saudí.
Una racha desafiante para Sainz
Con esta nueva penalización colgando sobre él, las posibilidades de puntuar se ven gravemente comprometidas. La pista saudí podría favorecer más a otros coches como el Williams, pero eso es algo que veremos la próxima semana. En Bahréin, Sainz no solo tuvo que lidiar con su propio coche, sino también con el accidente inicial donde Tsunoda arruinó sus planes: «Lo perdió y me tocó», decía frustrado.
El panorama se presenta complicado y lleno de desafíos para Sainz, que sigue luchando por demostrar su valía en cada vuelta. La afición espera ansiosa cómo se desarrollará esta historia en el próximo Gran Premio. Todos estamos al borde del asiento esperando ver qué le depara el destino a nuestro piloto estrella.