Imagina subirte a un auténtico cohete sobre ruedas. Eso es lo que sentimos al probar el nuevo DS-Penske Gen3 Evo en Mallorca, un monoplaza que promete llevar la competición al siguiente nivel. Por primera vez, un medio español tiene el honor de experimentar esta maravilla tecnológica que está revolucionando la Fórmula E. A bordo del DS E-Tense FE25, pilotado por figuras como Max Günther y el bicampeón Jean Eric Vergne, nos preparamos para una aventura inolvidable.
Sensaciones a mil por hora
Acelerar es casi como despegar; sientes cómo la potencia te empuja hacia adelante. Este coche no solo vuela; desafía la gravedad misma. Con cada curva y recta, se nota que hay más de 475 caballos de fuerza esperando ser liberados. El volante responde como si tuviera vida propia, y uno debe tener manos firmes para domar tanta energía. Algunos pilotos ya comparan su manejo con llevar un coche de rallies en un circuito urbano, y tras nuestra experiencia, no podemos más que darles la razón.
Al principio, todo parece complicado; los neumáticos slicks son cosa del pasado aquí, y tienes que acostumbrarte a controlar esa bestia con cuidado. Pero una vez que entiendes cómo funciona su frenada regenerativa—que recupera más del 40% de energía—te das cuenta de lo lejos que ha llegado la tecnología eléctrica en las carreras.
El circuito de Llucmajor nos espera y los ingenieros están listos para guiarnos mientras probamos este misil sobre cuatro ruedas. Antes de entrar en acción, recibimos una breve charla técnica donde nos explican todos los secretos del coche: desde el complejo volante hasta los modos de ataque para maximizar esa potencia desbordante.
A medida que salimos del pit lane y comenzamos a tomar velocidad, no puedo evitar sentirme como un piloto profesional. La energía se siente palpable; aceleramos hasta superar los 200 km/h sin pestañear. En ese momento entiendes por qué estos coches son considerados las joyas del automovilismo moderno; es pura adrenalina concentrada en forma de ingeniería.
Cada giro es una mezcla entre miedo y diversión pura; esos momentos donde el coche comienza a deslizarse te hacen recordar lo importante que es mantener la calma y ajustar tu conducción sobre la marcha. Y cuando finalmente activamos el modo ataque… ¡vaya espectáculo! Esa explosión de potencia hace que todo cobre sentido; volar sobre el asfalto nunca había sido tan emocionante.
No cabe duda: este nuevo modelo redefine lo que conocemos sobre las carreras eléctricas, desafiando tanto a novatos como a veteranos del volante. A medida que avanzamos en esta experiencia única, queda claro que estos coches no son solo máquinas rápidas; son verdaderas obras maestras tecnológicas listas para conquistar cualquier pista.