En el Gran Premio de Japón, Lewis Hamilton no se ha mordido la lengua. Tras terminar en séptima posición, alzó la voz y dejó claro que su Ferrari SF-25 está por debajo del rendimiento de su compañero Charles Leclerc. «El coche no es lo suficientemente rápido», declaró tras la carrera en Suzuka, y ya nos imaginamos la frustración que siente al ver cómo su equipo lucha para alcanzar los estándares que todos esperaban este año.
A la espera de cambios urgentes
«Espero ver algunos cambios positivos en la próxima carrera», expresó con un tono de urgencia, casi como un grito interno por mejoras inminentes. En las tres primeras pruebas de esta temporada, parece haber una brecha considerable entre ambos monoplazas: «Hay algo que no está funcionando bien en mi coche, y eso es evidente». Con tan solo 15 puntos en el Mundial, Hamilton se encuentra a solo cinco puntos por encima de Ocon y Stroll, lo cual seguramente no estaba en sus planes después de haberse llevado el Sprint en China.
Aunque Leclerc cuenta con 20 puntos más, todo apunta a que Hamilton está sintiendo esa presión del motor y las velocidades punta que le están costando caro. El director del equipo Ferrari, Fred Vasseur, intentó suavizar las cosas diciendo que las diferencias se debían más a decisiones individuales sobre la puesta a punto del coche. Pero aquí estamos todos esperando ver si realmente esas palabras se traducen en una mejora palpable.
No queda duda de que el mundo de la Fórmula 1 es implacable. Las expectativas son altas y cada carrera cuenta. La pregunta ahora es: ¿podrá Ferrari solucionar estos problemas antes del próximo Gran Premio de Bahréin? Todos los ojos estarán puestos ahí.