En el mundo de MotoGP, no todo es velocidad y triunfo. Jorge Martín, conocido cariñosamente como Martinator, comparte su experiencia en una charla con su amigo Aleix Espargaró en el nuevo podcast del piloto catalán. Este encuentro no solo revela la amistad entre ambos, sino que también muestra las altibajos que conlleva ser un competidor al más alto nivel.
Reflexiones de un campeón
Martín habla sin tapujos sobre su situación actual. «Estoy a 5.000 kilómetros de los demás», dice con cierta melancolía mientras reflexiona sobre lo que significa estar en la cima y caer en picado. «Quitando lo malo, estoy bien. Pero ahora mismo, no es uno de mis mejores momentos. La hostia ha sido mucho más grande de lo que imaginaba». Con estas palabras, deja claro que el deporte puede ser despiadado y que cada éxito puede dar paso a una caída abrupta.
En medio de esta conversación profunda, Jorge recuerda sus inicios en Andorra, esa etapa solitaria donde se sentía perdido mientras otros amigos se marchaban a estudiar fuera. A los 17 años llegó allí y no pudo evitar pensar: «Me habría gustado vivir esa época diferente». A pesar de haber dejado los estudios tras el segundo año de Bachillerato, nunca perdió su amor por las ciencias y la biología.
El recuerdo también trae risas cuando rememora su primer encuentro con Valentino Rossi en 2006: «Me hice una foto con él y estuve una semana sin lavarme la cabeza», confiesa entre risas. Aunque para Rossi fue solo otro día más en su carrera legendaria, para Martín fue un momento inolvidable.
No obstante, las caídas son parte del juego y Jorge tiene una anécdota muy dura que no olvida: el accidente en Sachsenring 2017. Reconoce que le gustaría no haberlo vivido porque le ha costado perder oportunidades importantes: «Pero esas experiencias me han hecho crecer hasta llegar a ser campeón del mundo».
Y hablando sobre el futuro, Martín habla abiertamente sobre su decisión de no fichar por Ducati oficial este año: «Recuerdo ese domingo en Mugello como si fuera ayer; estaba rodeado de malas vibras y decidí que no quería estar ahí más tiempo». Con lágrimas en los ojos dejó atrás ese capítulo para buscar nuevas oportunidades y confiesa que está listo para triunfar con Aprilia: «Estoy convencido de que voy a ganar con esta moto; llevar a Aprilia al Mundial sería un sueño cumplido».