El Gran Premio de Australia se aproxima y hay algo en el aire que podría cambiarlo todo: ¡la lluvia! Según el parte oficial de la FIA, se prevén condiciones climáticas complicadas que podrían jugar a favor del asturiano. Y es que, ¿quién no recuerda esos momentos épicos de Alonso cuando las cosas se ponían difíciles?
El Pasado Habla por Sí Mismo
Alonso ha dejado claro en varias ocasiones cómo su infancia moldeó su talento. «Solo tenía un kart y aprendí a llevarlo bajo la lluvia», confesó. Esa falta de recursos le enseñó a adaptarse como pocos y le dio un brillo especial en carreras cruciales, como la remontada en Hungría 2006 o su victoria en Europa 2007. Ahora, ante una nueva temporada, la posibilidad de lluvia podría ser lo que necesita para desafiar a los gigantes como McLaren, Ferrari o Mercedes.
Las previsiones meteorológicas no mienten: hay entre tres y diez milímetros de lluvia pronosticados justo cuando empiece la carrera. Con unas temperaturas previas alcanzando los 37ºC durante la clasificación, esa pequeña dosis de agua podría hacer explotar el caos sobre el asfalto.
Como dijo el propio Alonso: «Ojalá tengamos varios ganadores y salga un campeonato reñido». Pero él mismo sabe que será complicado romper las estrategias bien establecidas por sus rivales. Sin embargo, los amantes del automovilismo recordamos cómo la lluvia ha hecho historia en Albert Park; desde locuras pasadas hasta momentos inolvidables donde todo podía pasar.
Aquí estamos, con el corazón en un puño esperando que ese pronóstico se cumpla y nos regale una carrera emocionante llena de sorpresas. Porque al final del día, eso es lo que queremos: espectáculo puro y duro sobre cuatro ruedas.