La Fórmula 1 está en plena efervescencia y Aston Martin está lista para un cambio que promete revolucionar su historia. La llegada de Adrian Newey, uno de los ingenieros más reconocidos del mundo del automovilismo, ha generado una oleada de expectativas que apenas podemos contener. ¿Qué aportará este genio al equipo y al esperado AMR25? Se habla de podios y de un rendimiento mejorado, y no es para menos.
Un nuevo comienzo lleno de promesas
Aunque Newey aún no ha tenido la oportunidad de poner su mano en el diseño del monoplaza para esta temporada, todo cambiará a partir de marzo. ¡Ya no hay vuelta atrás! Su incorporación es como un soplo de aire fresco que todos en el equipo esperan con ansias. Andy Cowell, director del equipo, lo dejó claro: «Estoy deseando que llegue; todo el mundo está entusiasmado ante la idea de trabajar con él».
Aston Martin no se anda con rodeos. La fábrica ya está preparada para recibir a Newey porque saben que cada minuto cuenta. Cowell explica que están organizados para ser eficientes: «Las organizaciones más planas son naturalmente más eficientes… así se progresa más rápidamente». Menos burocracia significa más acción, y eso es justo lo que necesitan ahora.
Un detalle curioso sobre Newey es su famosa libreta, siempre presente durante las carreras, pero también necesita un espacio amplio en la fábrica donde pueda dejar volar su creatividad y plasmar ideas en papel. Cowell asegura: «Cuando llegue, habrá una nueva oficina lo suficientemente grande como para que entre una mesa de dibujo». ¡Vaya atención al detalle!
Las expectativas son enormes: «Estamos muy contentos de tener a Adrian a bordo para trabajar en la creatividad de nuestros coches», afirma Cowell. La meta es clara: fabricar cada año el coche más rápido posible. Con este objetivo en mente, Aston Martin da sus primeros pasos hacia un futuro prometedor.