En la sala de prensa del Santiago Bernabéu, Matías Almeyda, el entrenador del Sevilla, se enfrentó a los medios tras la dura derrota 2-0 contra el Real Madrid. Con una mezcla de frustración y pasión, comenzó agradeciendo a sus jugadores por su entrega en el campo, pero no pudo evitar hablar de lo que él considera un arbitraje calamitoso.
Una expulsión polémica
«Me expulsaron por reclamar una falta», explicaba Almeyda, visiblemente molesto. Y es que para él, todo esto no es solo un juego; es una cuestión de respeto. «Pidan los audios y escuchen lo que pasó», exigía con firmeza. No es un payaso en un circo; tiene una historia detrás y cree firmemente en el diálogo. Mientras se refería a la actuación arbitral, agregó: «Nunca vi que en dos minutos señalasen dos penaltis seguidos. El VAR está ahí para algo, ¿no?».
A pesar de la derrota y su expulsión, Almeyda no dudó en felicitar al Madrid por su victoria: «No creo que hayan sido beneficiados por el arbitraje; simplemente son buenos». Sin embargo, subrayó su desacuerdo con cómo se gestionan las decisiones arbitrales y cómo estas afectan al juego: «Entre el que calla y el que habla, yo siempre voy a estar del lado de los que hablan».
Al final del día, él ve a sus jugadores como guerreros que luchan cada minuto sobre el césped. «Hicimos un gran partido frente a un rival impresionante», reflexionaba mientras recordaba las ocasiones fallidas de su equipo. Aun así, confía en que más pronto que tarde encontrarán la forma de materializar esas jugadas clave.
Sobre lo que viene por delante, Almeyda dejó claro que tienen mucho en juego: «Sabemos lo importante de este momento; vamos a salir adelante y conseguir victorias». Para él y para su equipo no hay tiempo para lamentaciones; hay trabajo duro por hacer.

