La historia de Santi Giménez con el Milan ha dado un vuelco inesperado. Apenas un año después de su llegada desde el Feyenoord, parece que la aventura del delantero mexicano podría estar más cerca del final de lo que todos esperaban. Desde aquella fatídica tarde en octubre, cuando se lesionó el tobillo durante un partido contra el Atalanta, su ausencia en el campo ha sido evidente y dolorosa tanto para él como para los aficionados.
Hasta hace poco, se había apostado por un tratamiento conservador para manejar la lesión, pero según informa la Gazzetta dello Sport, Santi ha tomado la decisión de volar a Países Bajos para explorar la posibilidad de someterse a una operación. «He estado lidiando con este problema durante meses. Quiero ayudar al equipo, pero ya no puedo seguir así», confesó hace unas semanas con sinceridad desgarradora.
Un dilema complicado
Allegri parecía optimista; incluso mencionó que ya estaba entrenando con sus compañeros y que su regreso era inminente. Pero ahora, las cosas han cambiado radicalmente. Su ausencia en la expedición que viajó a Riad para jugar la Supercoppa deja claro que su recuperación no va por buen camino. La decisión sobre si operarse o no deberá tomarse pronto, ya que cualquier intervención complicaría aún más una posible salida del Milan en enero.
No es fácil tomar esta decisión. Si finalmente decide ir al quirófano, tendrá que renunciar a cambiar de equipo este invierno, algo que parece cada vez más difícil dada su situación actual. Mientras tanto, en San Siro buscan alternativas y trabajan arduamente para encontrar un nuevo ‘9’ que complemente a Pulisic y Leao en ataque.

