En Valdebebas, el ambiente es electrizante. La mezcla de ilusión y tensión se siente en cada rincón mientras se acerca la hora de enfrentarse al Manchester City. Xabi Alonso, el joven entrenador del Real Madrid, medita cuidadosamente sobre qué once presentar en lo que podría ser su primera gran final al mando del equipo. Y entre sus reflexiones, hay un nombre que brilla con luz propia: Kylian Mbappé.
Dudas sobre la alineación
A pesar de las molestias físicas, el francés ha hecho todo lo posible por estar presente. Su inclusión en la convocatoria genera un debate candente dentro del cuerpo técnico: ¿Es arriesgado alinearlo como titular? ¿O sería más sensato darle solo unos minutos? Mientras los pasillos de la ciudad deportiva hierven con estas preguntas, Mbappé se muestra decidido a no perderse un encuentro que tiene todas las características de una final anticipada.
El hecho es que su presencia puede cambiarlo todo. Firmando el 57% de los goles del equipo, está claro que el ánimo sube como la espuma cuando él está en el campo. Sin embargo, habrá que ver cómo responde su rodilla y ese dedo roto que todavía le atormenta.
Si finalmente no juega, Alonso tendrá que decidir entre Gonzalo o considerar a Endrick como una opción más arriesgada. Pero aquí no termina el dilema; la verdadera lucha está en el extremo derecho. El debate entre Mastantuono y Brahim sigue abierto y puede ser crucial para el desarrollo del partido.
Mastantuono ha estado recuperándose bien de su pubalgia y aunque sus cifras no son deslumbrantes –un gol y una asistencia– ha sido parte fundamental del equipo sin conocer la derrota cuando ha sido titular. Por otro lado, Brahim se presenta como una opción refrescante justo antes de la Copa África, aportando un perfil desequilibrante que podría encajar perfectamente con lo que busca Alonso.
Con cada decisión pesando más que nunca en esta etapa decisiva de la temporada, lo único seguro es que esta noche será memorable.

