El ambiente en La Cerámica se sentía vibrante, pero algo no cuadraba. Antes de que el Villarreal y el Copenhague se enfrentaran, sonó un himno que dejó a todos desconcertados. En lugar del poderoso tema de la Champions League, los asistentes escucharon el himno de la Europa League, lo que rápidamente provocó silbidos entre el público.
Con una media entrada en las gradas y una atmósfera que prometía emoción, los jugadores del Villarreal salieron al campo sin imaginarse lo que estaba por venir. La megafonía cometió un desliz monumental: era como si alguien hubiese tirado a la basura el orgullo europeo al poner esa melodía inadecuada. Y es que, no estamos hablando de cualquier partido; esto era Champions League.
Una tarde llena de sorpresas
Apenas un minuto después de que el árbitro eslovaco Ivan Kruzliak diera inicio al encuentro, llegó el primer gol del Copenhague. Un golpe bajo para los amarillos en su propio estadio. Con solo 17.023 espectadores presentes y con un horario complicado a las 18:45 horas, la jornada ya pintaba mal desde antes del pitido inicial.
En fin, una combinación desafortunada de errores y situaciones inesperadas que dejaron a más de uno con ganas de reclamar más seriedad en estos eventos tan importantes. Esperemos que la próxima vez se cuiden hasta los detalles más pequeños; porque cada acorde cuenta cuando se trata de hacer historia en Europa.

