La realidad del Real Madrid en las últimas semanas ha sido complicada, especialmente tras los tropiezos ante Liverpool y Rayo Vallecano. Ambos partidos coincidieron con la ausencia de goles de su estrella, Kylian Mbappé, quien ha tenido un par de partidos sin ver puerta, algo que no pasaba desde el inicio de la temporada. Sin duda, estos resultados han sacudido al equipo y abierto una pequeña crisis que ahora tendrá su prueba de fuego con la visita al Elche este domingo.
Dependencia del 10
Es evidente que el Madrid sufre cuando Mbappé no marca. En los partidos contra el Liverpool y el Rayo, la falta de goles pesó como una losa, dejando a los aficionados preguntándose qué les pasa a sus jugadores. Aunque siguen bien posicionados en Liga y Champions, el hecho de que estos dos encuentros hayan sido los únicos sin goles esta temporada habla por sí mismo: la dependencia del jugador es alarmante.
Pese a haber ganado otros partidos sin él en el marcador, como ante Mallorca o Juventus, lo hizo con resultados ajustados; 2-1 y 1-0 respectivamente. Su impacto es indiscutible: para ganar cómodamente, el Madrid necesita sí o sí la magia de Kylian. Solo hay que recordar cómo su hat-trick fue clave para conseguir esa aplastante victoria por 0-5 contra Kairat Almaty.
No obstante, los últimos encuentros nos mostraron una versión apagada de Mbappé. En Anfield apenas tuvo tres tiros y ninguno fue entre los tres palos. En Vallecas su aporte fue aún menor: solo un tiro desviado y muchas pérdidas de balón. Con actuaciones así, resulta complicado tirar hacia adelante.
Aquí es donde resuena la voz de Courtois al advertir sobre la necesidad urgente del delantero francés en un equipo que parece estancado en momentos críticos. Porque si bien Xabi Alonso le ha entregado las llaves del ataque blanco a Mbappé—lo cual tiene sentido—el problema radica en hacerle justicia a un jugador que ya lleva más goles (18) que partidos (16). La pregunta queda en el aire: ¿podrá el Madrid salir adelante sin su gran estrella?

