Oviedo es un lugar donde las emociones fluyen como el agua. El 21 de junio de 2025, la ciudad vibró con el regreso del Real Oviedo a Primera, un momento que muchos recordarán como uno de esos instantes mágicos que marcan una vida. Pero hoy, cinco meses después, esa misma plantilla que nos llenó de orgullo y esperanza se enfrenta a un panorama desolador.
El cambio drástico en las vidas de los jugadores
Diez de aquellos valientes que lucharon por el ascenso ya no llevan la camiseta azul. Y lo peor es que sus caminos han tomado giros inesperados; algunos ni siquiera tienen equipo en este momento. Por ejemplo, Alemao ha logrado cambiar su suerte y ahora brilla en el Rayo Vallecano tras una inversión significativa, pero ¿qué pasa con los demás?
El caso de Jaime Seoane, quien rechazó irse a México y quedó sin equipo, es especialmente doloroso. Después de ser parte fundamental del ascenso, ahora se encuentra en un limbo total. César de la Hoz, por su parte, vio cómo el club rescindía su contrato tras pocos minutos en el campo y sigue buscando una oportunidad sin éxito.
Y luego están nuestros héroes como Francisco Portillo, quien se sumó al Huesca y ha visto cómo su nuevo equipo lucha por no caer en las profundidades de la Segunda División. Mismo destino para Álex Cardero, quien aún busca adaptarse a su nueva realidad con el Mirandés.
No podemos olvidar al Real Zaragoza, que trajo a varios exjugadores azules como Pomares, pero ahora son colistas y viven una crisis profunda. A pesar de sus esfuerzos, parece que su llegada no ha traído la salvación esperada.
Aquí cada historia tiene un sabor amargo: Paraschiv, cedido sin poder brillar; o Braat, que regresó a Francia pero pelea en una zona baja. Mientras tanto, hay quienes esperan con ansias una oferta como Borja Sánchez, quien ha visto cómo su sueño se desmorona tras rescindir su contrato.
No queremos olvidar a los otros nombres mencionados: Dotor, Del Moral y Jaime Vázquez siguen buscando ese resquicio que les permita volver a destacar mientras Masca parece encontrar algo más de protagonismo fuera de nuestras fronteras.
Así va este viaje del Real Oviedo; entre recuerdos gloriosos y realidades duras. Un claro recordatorio de lo efímera que puede ser la fortuna en el mundo del fútbol.

