La noche del fútbol en Oslo fue un auténtico espectáculo. Noruega se impuso con claridad a Estonia, con un contundente 4-1 que dejó a todos los aficionados vibrando de emoción. Sorloth y Haaland, los dos delanteros estrella, se erigieron como los héroes del encuentro, anotando sendos dobletes que sellaron el destino de su selección: volver a una Copa del Mundo casi tres décadas después.
Un partido lleno de intensidad
No cabe duda de que esta es la Noruega de Erling Haaland. Desde el primer minuto, su equipo demostró que no iba a dejar escapar la oportunidad. Con un Martin Odegaard ausente por lesión pero presente en espíritu, el seleccionador Solbakken alineó lo mejor que tenía: Sorloth y Haaland al frente, dispuestos a arrasar.
El dominio fue aplastante desde el inicio. En menos de diez minutos ya habían disparado varias veces sobre la portería defendida por Karl Hein, quien tuvo sus momentos salvadores pero no pudo evitar que Sorloth abriera la lata justo al comenzar la segunda parte. En cuestión de minutos, y con otro gol más bajo el brazo, volvió a marcar y dejó claro quién mandaba en casa.
Pero no todo quedó ahí; Haaland también quería hacer ruido. El delantero del Manchester City se sumó a la fiesta con un par de goles que solo aumentaron la euforia en las gradas. A pesar del gol de Saarma que recortó distancias para Estonia, eso no hizo más que avivar las celebraciones noruegas antes del pitido final.
Con este triunfo rotundo y una diferencia general de goles impresionante (+29), Noruega se prepara para viajar a Milán sin ningún temor ni presión añadida. Es momento de soñar grande; después de tantos años esperando volver al Mundial, ¡los escandinavos lo han hecho posible!

