El mundo del fútbol sigue convulsionado tras las polémicas declaraciones de Luis Rubiales. En su intento por justificar el beso a Jenni Hermoso, el expresidente de la Federación Española de Fútbol parece haber olvidado una lección crucial: el consentimiento. Y aquí es donde entra en juego Irene Montero, quien no ha dudado en alzar la voz.
Montero, exministra de Igualdad, se dirigió directamente a Rubiales con un mensaje claro y contundente: «A ver, Rubiales, que el problema no es que yo no tenga ni idea de fútbol; lo que realmente importa es que tú aún no te has enterado de que un beso sin consentimiento es violencia sexual». Con estas palabras, la política dejó claro que este tipo de actitudes no pueden seguir siendo normalizadas.
La respuesta directa
En un vídeo publicado en Instagram, Montero expresó su indignación hacia Rubiales y su actitud defensiva ante lo sucedido: «Vaya, otro hombre desconsolado al que las feministas hemos arruinado la vida». No se anduvo con rodeos y lanzó una crítica feroz hacia la falta de comprensión sobre temas tan serios como la violencia sexual.
A pesar de los intentos de Rubiales por minimizar sus acciones diciendo que fue un «beso amistoso», Montero subrayó lo evidente: el consentimiento es clave y debe ser respetado siempre. Ella se convirtió en portavoz de muchas voces cansadas de escuchar excusas vacías. Y así quedó claro para todos: este no es solo un asunto personal entre dos individuos; es un tema que toca las fibras más profundas de nuestra sociedad y del respeto mutuo.

