El mundo del fútbol nunca deja de sorprendernos, y Javier Poves, presidente del CD Colonia Moscardó, ha vuelto a ser el protagonista de una polémica que no pasa desapercibida. En un reciente partido entre el Moscardó y el Real Madrid C, Poves mostró su lado más agresivo, dirigiéndose a los jóvenes jugadores del equipo blanco de una forma que dejó a muchos boquiabiertos.
Todo ocurrió cuando parecía que la jornada transcurría con normalidad en la Segunda Federación. Sin embargo, tras el pitido final, Poves se lanzó contra los canteranos como si fueran sus enemigos en lugar de rivales deportivos. Los árbitros tuvieron que intervenir para separarlo, pero eso no fue todo; sus gritos resonaron por el túnel de vestuarios, donde repetía insultos como ‘perros’ y ‘sinvergüenzas’. Es difícil creer que alguien en su posición pueda perder los estribos así.
Un espectáculo poco digno
La situación fue tan descontrolada que quedó registrada en el acta arbitral: “Don Javier Poves Gómez se dirigió a sus jugadores y al equipo adversario de forma agresiva”. ¿Dónde queda la deportividad? Este tipo de comportamientos solo alimentan un ambiente tóxico en el deporte y dejan mucho que desear sobre cómo manejamos las rivalidades deportivas.
A raíz de este incidente, surge la pregunta: ¿qué medidas tomará ahora la Federación para frenar estas actitudes? La comunidad futbolística espera respuestas claras ante estos arrebatos verbales. Al fin y al cabo, todos queremos disfrutar del fútbol sin tener que lidiar con estas escenas bochornosas.