El fútbol es una montaña rusa de emociones, y en este viaje, Álvaro Morata nos demuestra que no tiene miedo a cambiar de rumbo. Con el inicio de la Serie A italiana, ese torneo que nos trae recuerdos de goles épicos y momentos inolvidables, Morata se convierte en delantero del Como, dejando atrás su paso por el Galatasaray. Un equipo que lo recibe como un héroe, tal cual hacen los turcos con sus ídolos.
Un nuevo capítulo en Italia
No hay lugar para la tristeza en el mundo del fútbol, y Morata lo sabe bien. Cuando las cosas no van como él espera, simplemente busca otro vestuario. Es afortunado; siempre hay alguien dispuesto a abrirle las puertas a un jugador internacional con su talento. Este cambio despierta una gran expectación: estamos en año de Mundial, y De la Fuente le tiene reservado un espacio vital en su estrategia.
A pesar de todo, el camino de Morata ha estado lleno de luces y sombras. En vez de celebrar los goles memorables, a menudo se recuerda más ese penalti fallado o ese control erróneo que cualquier acierto. La presión social es feroz y las redes parecen jugar su propia liga donde cada error se magnifica.
Regresar a Italia es familiar para él; ya conoce la pasión del país tras haber jugado en equipos como la Juventus o el Milan. Ahora, el Como puede ser un bálsamo necesario para su carrera. Si logra cerrar esta temporada con éxito, seguro habrá más de una sonrisa entre sus seguidores.