En un día que parecía destinado a ser especial, el Athletic Club no dejó pasar la oportunidad de honrar sus raíces. Este miércoles, como cada inicio de temporada, el equipo se dirigió a la Basílica de Begoña para rendir homenaje a aquellos socios que ya no están con nosotros. Este acto es más que una simple visita; es un recordatorio de la familia rojiblanca que nos acompaña siempre.
Iñaki Williams toma las riendas
Este año, además, fue un momento único para Iñaki Williams, quien se estrenó como capitán en esta emotiva ofrenda. Los leones llegaron tras una intensa sesión de entrenamiento en Lezama, donde los lesionados Sancet, Prados y Unai Gómez ya se han reintegrado al grupo. La atmósfera estaba cargada de emoción mientras varios aficionados esperaban ansiosos la llegada del equipo al templo religioso.
No podemos olvidar que el club ha decidido enlazar este acto con las celebraciones de la Aste Nagusia. Antes de dirigirse a Begoña, la Junta Directiva recibió a socios y miembros de la Diputación Foral de Bizkaia en una serie de recepciones que reforzan ese sentido comunitario tan importante para todos nosotros.
Así que ahí estaban los capitanes, rodeados por los aplausos y sonrisas del público, listos para comenzar una nueva temporada con fuerza y esperanza. Porque al final del día, lo que realmente importa es mantener viva esa chispa del Athletic: un compromiso inquebrantable con nuestra historia y nuestros valores.