En la primera jornada de Ligue 1, el PSG se presentó en Nantes con un aire renovado y una historia que contar. En un duelo donde las estrellas del equipo descansaban, el joven Vitinha se erigió como protagonista absoluto, sellando el triunfo con un gol que llegó en un momento crucial.
Un arranque complicado pero prometedor
Tras unas semanas intensas por la final del Mundial de Clubes, Luis Enrique decidió dar un respiro a sus grandes figuras como Dembélé o Marquinhos, buscando también darle una oportunidad a los menos habituales. Sin embargo, lo que parecía ser un experimento pronto se convirtió en una lucha encarnizada. Los parisinos comenzaron dominando, pero pronto se encontraron con un Nantes bien plantado en defensa.
La primera parte fue todo un desafío; el PSG controlaba la pelota con más del 77% de posesión, pero no lograba romper la muralla rival. Un disparo al travesaño de Gonçalo Ramos fue lo más emocionante en una primera mitad sin goles. Pero todo cambió después del descanso: Luis Enrique metió a su artillería pesada y el juego cobró otra dimensión.
Finalmente llegó la recompensa: Vitinha lanzó un potente disparo desde fuera del área que tras tocar a un defensor terminó colándose en la portería local. ¡Qué alivio! El estadio respiró hondo y los aficionados parisinos comenzaron a soñar nuevamente con grandezas.
A pesar de tener el partido bajo control y anotar otro tanto que fue anulado por fuera de juego, los hombres de Luis Enrique cerraron este primer capítulo de temporada con una victoria trabajada. El PSG sigue siendo ese gigante sobre el césped y Vitinha demuestra ser más que una promesa: tiene madera para brillar en cualquier escenario. Con su talento al mando, ¿quién sabe si podría aspirar algún día al Balón de Oro?