En un día donde la lógica parecía haberse tomado vacaciones, el Getafe dio una lección de coraje en Balaídos. Con solo 12 jugadores de campo, y hasta siete bajas por sanciones y lesiones, los de Bordalás lograron salir con los tres puntos bajo el brazo, como si de un milagro se tratara.
Todo parecía estar en contra. Visitar un estadio complicado, enfrentarse a un rival que venía con la moral por las nubes y encima lidiar con la incertidumbre de cuántos serían realmente los disponibles para jugar. Pero entonces apareció Uche, ese jugador que siempre sabe cuándo hacer su magia. A lo mejor nos sorprende una vez más.
Una segunda mitad para recordar
La primera parte del encuentro fue más bien sosa; apenas hubo ocasiones claras por parte de ambos equipos. Sin embargo, el segundo tiempo trajo consigo una explosión de fútbol que recordó al Getafe aguerrido del año pasado. Fue ahí cuando el nigeriano asistió a Liso, quien no dudó en marcar casi sin oposición tras regatear al portero rival.
Así es como este triunfo no solo suma puntos, sino que también eleva la moral del equipo justo antes de enfrentarse a retos aún mayores: las visitas al Pizjuán y Mestalla están a la vuelta de la esquina. No cabe duda de que este Getafe no entiende de lógicas; en cambio, sí entiende cómo luchar hasta el final.