El Athletic Club vive momentos de auténtica tensión. La necesidad agobia a los leones, que se encuentran en un punto crítico de la pretemporada. Con la mirada fija en el mercado, la urgencia por reforzar la defensa se ha hecho más evidente que nunca, especialmente tras conocer el estado de Sancet, quien ha sufrido una lesión en el ligamento lateral interno de su rodilla derecha.
Lesiones y decisiones difíciles
A medida que se acercan los primeros partidos, las malas noticias no cesan. La sanción de Yeray por un positivo detectado por la UEFA deja al equipo en una posición delicada. Por si fuera poco, Egiluz se enfrenta a una rotura del cruzado que lo tendrá fuera por un tiempo indefinido. A todo esto, Paredes arrastra molestias y Prados también ha caído por lesión, dejando al Athletic con solo Vivian disponible para ocupar una posición tan crucial como la de central.
La situación es insostenible; los precios en el mercado están disparados debido a esta urgencia. El club ha puesto todas sus esperanzas en traer a Laporte del Al Nassr, aunque su salida aún no está cerrada. Pero no solo Laporte está en la lista; cualquier opción viable será considerada mientras todos miran hacia el futuro incierto.
Y ahora surge otro reto: Sancet no parece tener muchas opciones de volver pronto al campo. Aunque el club evita dar fechas concretas sobre su recuperación —y tampoco ahonda mucho en detalles— lo más probable es que esté alejado del juego durante al menos seis semanas. ¿Podrá Valverde contar con Berenguer o Canales para cubrir su ausencia? La respuesta sigue siendo incierta mientras ellos esperan recibir buenas noticias.
A este panorama complicado se suma la presión financiera después de desembolsar 12 millones por Areso y ante la llegada inminente de Laporte. En definitiva, afrontar nuevos fichajes parece un sueño lejano para un equipo que necesita revitalizarse ya mismo.