En un encuentro que prometía ser más que un simple amistoso, el Sporting de Gijón se enfrentó al Real Avilés, y aunque el resultado fue 0-1, la historia del partido tuvo mucho más que contar. Gaspar Campos, el joven talento de Mareo, volvió a dejarnos boquiabiertos con un golazo digno de mención. El estadio Román Suárez Puerta acogió a unos 4.000 espectadores ansiosos por ver cómo sus equipos se desenvolvían en el campo.
Un duelo emocionante donde los locales no se rindieron
Desde el inicio, el Avilés mostró su garra. Se notaba que querían dejar huella en su debut en la Primera Federación. Mientras tanto, Rubén Yáñez, portero rojiblanco, tuvo que emplearse a fondo para frenar las acometidas del rival. En la primera parte, fueron los locales quienes llegaron con más claridad a la portería contraria; incluso tuvieron tres ocasiones claras para marcar.
A pesar de esto, fue Gaspar quien rompió la balanza con su único tiro entre los palos hasta ese momento: un disparo magistral en el minuto 24 que puso el marcador 0-1. Con este tanto, el canterano nos recordó por qué es tan querido entre los aficionados.
En la segunda mitad, las cosas cambiaron un poco. Con muchos cambios en las filas del Avilés y una alineación más estable para los gijoneses, ambos equipos intentaron hacerse con el control del juego. Santamaría y Quicala tuvieron chances claras para igualar pero se encontraron con un Sporting sólido en defensa.
Sin embargo, no todo terminó ahí; Gelabert también pudo haber ampliado la ventaja antes de que Eze impactara su cabezazo en el larguero cuando ya parecía que podían empatar. Al final del encuentro, las interrupciones y el cansancio hicieron mella en ambos lados y evitaron cualquier gol adicional.
A medida que avanza esta pretemporada, queda claro que hay mucho trabajo por hacer, pero también una chispa de esperanza gracias a jóvenes como Gaspar Campos.