El Villarreal ha confirmado oficialmente que Thierno Barry se marcha al Everton, y aunque parece una transacción más, hay mucho en juego. El club amarillo se lleva a casa 32,5 millones de euros en un primer pago, y si todo sale como esperan, podrían sumarse hasta 5,5 millones adicionales en variables y un 10% de plusvalía si el delantero francés es vendido nuevamente en el futuro. Todo un negocio redondo.
Un cambio que traerá nuevos retos
Desde que comenzó la temporada pasada, la sombra del Everton acechaba a Barry. Pero no fue hasta hace unos días cuando los ingleses realmente pisaron el acelerador para hacerse con él. Tras pasar el reconocimiento médico y formalizarse la operación, queda claro que este joven futbolista de 22 años ha dejado huella en La Plana.
En solo una temporada, su valor se ha disparado desde los 13,5 millones que pagó el Villarreal al Basilea suizo. Con sus 11 goles bajo las órdenes de Marcelino García Toral, es fácil entender por qué han decidido apostar por él. Sin embargo, esta salida crea una necesidad palpable: el equipo groguet debe buscar urgentemente a alguien que llene ese vacío ofensivo antes de regresar a la Liga de Campeones.
Ahora mismo, Ayoze Pérez y Gerard Moreno son los únicos delanteros del plantel. Así que ya nos imaginamos la presión sobre la dirección deportiva para encontrar al jugador ideal que complemente sus filas y mantenga viva la esperanza de hacer una buena campaña.
A medida que avanzan las negociaciones y se cierra este capítulo para Barry, no podemos evitar preguntarnos: ¿qué le espera al Villarreal en este nuevo camino? Solo el tiempo lo dirá.