En un clima de incertidumbre y nerviosismo, el Manchester United se encuentra atrapado en un auténtico lío. Tras una temporada que dejó mucho que desear, los ‘red devils’ están tratando de hacer limpieza en su plantilla. Sin embargo, la situación no es tan sencilla como parecía. Jadon Sancho, Marcus Rashford y Alejandro Garnacho son solo algunos de los nombres que aún no han conseguido encontrar un nuevo hogar.
Un mercado complicado
Con la pretemporada a la vuelta de la esquina, Rúben Amorim, el nuevo timonel del club, ha dejado claro que necesita contar con jugadores comprometidos y motivados para iniciar esta nueva etapa. La directiva ha acordado darles un tiempo extra a estos futbolistas para que busquen nuevos destinos antes de reincorporarse a los entrenamientos. Pero aquí viene el problema: desprenderse de ellos está resultando ser un verdadero quebradero de cabeza.
A pesar de los rumores sobre posibles transferencias, ninguna se ha concretado hasta ahora. Mientras tanto, Rashford sigue explorando opciones fuera del país tras su cesión al Aston Villa; Sancho vuelve a estar en el radar del Borussia Dortmund y la Juventus después de su paso por el Chelsea; y Garnacho tiene a varios clubes interesados, siendo el Chelsea uno de los más destacados.
Con un mercado tan revuelto como este, parece que la reestructuración soñada por Amorim se aleja cada vez más. La directiva tendrá que actuar rápido si quiere evitar tirar a la basura una oportunidad clave para renovar el equipo. O bien ceder a estos jugadores nuevamente o ajustar sus precios para facilitar las negociaciones con otros clubes son algunas de las soluciones que deben considerar pronto.