Alberto Quiles, un nombre que empieza a sonar fuerte en el mundo del fútbol chino, ha encontrado su lugar en el Tianjin Jinmen Tiger. Desde su llegada en enero, este delantero onubense se ha convertido rápidamente en una figura clave, anotando 10 goles y asistiendo a sus compañeros en 16 partidos de Liga. Un cambio de vida y carrera que lo llevó a casi 10.000 kilómetros de casa para buscar nuevas aventuras.
Un giro inesperado
El pasado mes de junio, mientras celebraba su 30 cumpleaños lejos de su tierra natal, Quiles reflexionó sobre su decisión: «Con esta edad ya hay que pensar también en el futuro». Su paso por equipos históricos como Córdoba o Deportivo de La Coruña le dejó recuerdos imborrables, pero la oportunidad de jugar en China era demasiado tentadora como para ignorarla. Tras una emotiva despedida del Albacete, se embarcó en esta nueva etapa con muchas dudas pero también con grandes expectativas.
Adaptarse a un nuevo país no es tarea fácil. Alberto reconoce que al principio todo fue complicado: la cultura diferente, la comida desconocida… «Era como volver a ser un niño pequeño», confiesa entre risas. Sin embargo, poco a poco fue descubriendo aspectos fascinantes de su nueva vida y aunque el idioma le sigue pareciendo un reto monumental -«el chino es imposible», dice- se siente satisfecho con su adaptación.
Aquí no solo ha encontrado nuevos compañeros; también ha notado diferencias significativas entre el fútbol español y el chino. Según él, «en España hay más orden y táctica», mientras que aquí las cosas son más alocadas y rápidas. Este estilo le ha permitido explotar sus habilidades goleadoras y hacer disfrutar a los aficionados chinos, quienes lo han acogido con gran respeto: «Me sorprende ver estadios llenos; pensé que sería diferente».
Cuando se le pregunta si regresaría algún día al fútbol español, responde sin titubear: «Ahora mismo estoy centrado aquí. Volver dependería de muchas cosas; sinceramente me siento muy bien en China». Para él, cada gol marcado representa no solo una victoria personal sino también la confirmación de haber tomado una decisión acertada al cambiar su rumbo futbolístico.