Imagina que existe una serie titulada Cosas que no pasan en el fútbol español. Si la viéramos, uno de los episodios podría llamarse Un club importante se enfrenta a problemas, donde veríamos situaciones que en otros países se resuelven con agilidad y aquí parecen estar eternamente estancadas.
Recientemente nos hemos enterado de que un club emblemático de Francia, el Olympique de Lyon, ha recibido una dura sanción: ¡el descenso! Y mientras tanto, nosotros seguimos mirando hacia otro lado. Aquí las cosas funcionan de manera diferente; parece que cuando hay problemas, en vez de actuar, preferimos mirar a la tribuna y esperar a ver qué pasa. ¿No es frustrante?
La diferencia entre nuestro deporte y el resto
A veces parece que en España estamos condenados a un monocultivo turístico dentro del fútbol: fichajes mediáticos, luces y glamour, pero cuando llega la hora de tomar decisiones difíciles o afrontar crisis reales, nos quedamos paralizados. Mientras otros clubes europeos toman cartas en el asunto y se reinventan ante la adversidad, aquí seguimos discutiendo sobre si ese jugador fue bien fichado o si deberíamos haber cambiado al entrenador hace meses.
¿Hasta cuándo vamos a seguir así? La afición merece más. Necesitamos un cambio real en nuestra cultura futbolística. Pero claro, eso es algo que ya sabemos… solo falta verlo reflejado en el campo.