La historia de Luis Rubiales no parece tener fin. Este miércoles, el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) ha decidido dar un paso más en su defensa, anunciando que recurrirá ante el Tribunal Supremo. Su objetivo es claro: lograr la absolución tras ser condenado a 10.800 euros de multa por un delito de agresión sexual, relacionado con aquel beso no consentido a Jennifer Hermoso durante la entrega de medallas del Mundial de 2023.
Un camino lleno de obstáculos
La abogada Olga Tubau, quien defiende a Rubiales, ha dejado claro que no está de acuerdo con la decisión reciente de la Audiencia Nacional (AN). Según ella, “el Tribunal Supremo ya ha marcado nítidamente la línea” al afirmar que un beso sin intención sexual no debería considerarse punible. Esta postura refleja una batalla legal intensa en medio del clamor popular y las reacciones encontradas sobre el caso.
A pesar del rechazo del recurso presentado tanto por Rubiales como por las acusaciones, él sigue firme en su convicción. La RFEF, por su parte, sigue adelante con sus planes; tiene programada una Asamblea General Ordinaria para el próximo 30 de junio. En este contexto tenso y controvertido, los ecos del escándalo siguen resonando entre los aficionados y en los medios. La pregunta queda en el aire: ¿qué futuro le espera a Rubiales en esta cruzada judicial?