El verano es ese momento del año en el que nos detenemos a pensar. Y este, en especial, será crucial para Misa Rodríguez, la guardameta canaria del Real Madrid y de la selección española. Después de haber sido una pieza clave en el equipo nacional y en su club, ahora se enfrenta a un panorama incierto tras firmar nuevos contratos con un club que ha decidido fichar competencia.
Un camino lleno de altibajos
Misa ha vivido una montaña rusa de emociones. Pasó de ser ‘fija’ en la selección a ver cómo su nombre desaparecía de las convocatorias. De ser considerada insustituible en el Real Madrid, ahora tiene que lidiar con la llegada de una nueva portera que podría hacerle sombra. Esta temporada se siente como un punto de inflexión; Misa es una de las dos jugadoras que queda del equipo que empezó todo hace unos años, cuando se dio el primer paso hacia la creación del fútbol femenino dentro del club blanco.
A lo largo de sus cinco temporadas con el Madrid, Misa ha demostrado su valía al convertirse en la segunda jugadora con más partidos disputados en la historia del club, solo superada por Olga Carmona. Pero el tiempo no se detiene y ahora debe enfrentarse a Merle Frohms, quien llega con gran experiencia internacional tras colgarse una medalla olímpica frente a España. ¿Cómo se sentirá Misa al tener que competir tan ferozmente por un puesto?
Además, hay otro golpe duro: después de haber estado presente en varias competiciones internacionales y haber defendido los colores españoles en 24 ocasiones, tendrá que ver la Eurocopa desde casa. Aunque Montse Tomé insiste en que las puertas no están cerradas para nadie, parece evidente que las decisiones tomadas han dejado a Misa fuera.
Así que aquí estamos: un verano lleno de reflexiones y decisiones difíciles para ella. El futuro está más incierto que nunca y es momento de preguntarnos si volverá a brillar como antes o si este será solo otro capítulo complicado en su carrera.