El pasado día fue un momento decisivo para Kylian Mbappé, quien ha llegado al Real Madrid con una sorpresa bajo el brazo: ha perdido entre 4 y 5 kilos. Esta transformación, consecuencia de un proceso vírico que lo ha tenido en jaque desde su llegada a Estados Unidos, es evidente en cada entrenamiento. Ayer, las imágenes de los chicos del Madrid entrenando en Palm Beach dejaron claro que el francés está lidiando con sus propios demonios.
Pero aquí no acaba la historia. Este virus, que incluso lo llevó a hospitalizarse hace apenas cinco días, parece haber tenido más efectos de los esperados. Sin embargo, hay algo que todos notamos: la determinación de Mbappé por regresar más fuerte. El cambio no solo está en su físico; también se rumorea sobre la posibilidad de que cambie su dorsal para lucir el ’10’ de Modric en un futuro cercano.