El Real Madrid, ese gigante del fútbol que nunca deja de sorprendernos, está dejando huella en el Mundial de Clubes. Con solo dos partidos disputados, ya podemos afirmar sin temor a equivocarnos que los merengues son los indiscutibles reyes del torneo. ¿Y cómo lo sabemos? Simplemente echando un vistazo a las gradas.
Un espectáculo en las gradas
A pesar de que algunos equipos han luchado por llenar los estadios, el Madrid ha atraído a multitudes como un imán. En su primer encuentro, 62.415 aficionados vibraron en el Hard Rock Stadium de Miami; y en su segundo, la cifra se elevó a 70.248 en el Bank of America Stadium de Charlotte. ¡Eso es un impresionante 94% de ocupación! Mientras tanto, otros partidos han dejado mucho que desear: el duelo entre PSG y Atlético reunió a 80.619 personas, pero con un aforo mayor al del Madrid.
No podemos ignorar la realidad: mientras otros equipos luchan por llenar sus asientos y hasta tienen que bajar los precios para atraer público, la afición madridista se ha presentado en masa para apoyar a su equipo. ¡Qué gran satisfacción para la FIFA saber que el Madrid hace brillar este Mundial!
Pese a todo esto, hay un claro contraste entre los grandes clubes y aquellos que parecen haber llegado como ‘cenicientas’ al torneo. La presencia escasa y las gradas vacías en partidos como Ulsan Hyundai contra Mamelodi Sundowns hacen evidente la falta de interés hacia ciertos encuentros.
Mientras nos preparamos para ver al Madrid jugar su tercer partido contra el RB Salzburg —donde se esperan más de 68.000 espectadores—, no podemos evitar sentirnos orgullosos por ser parte de esta historia tan emocionante. Al final del día, el legado del Real Madrid sigue brillando fuerte dentro y fuera del campo.