En el corazón de Oviedo, Veljko Paunovic, el entrenador del equipo local, se enfrenta a una realidad apasionante tras la victoria ante el Almería. Aunque el resultado es motivo de celebración, Paunovic no se deja llevar por la euforia y recuerda que “aún queda el segundo partido y mucho por mejorar”. La alegría en su voz es palpable, pero también hay un trasfondo de autocrítica que resuena entre los aficionados.
Reflexiones tras el triunfo
“Quiero empezar siendo autocrítico porque este equipo puede jugar mucho mejor”, afirmó con sinceridad. Y es que, después de una segunda parte que dejó mucho que desear, los puntos débiles son evidentes. “Tuvimos lapsos en los que nos olvidamos de atacar. Es positivo mover el balón, pero necesitamos más profundidad”, añadió, dejando claro que la confianza no debe dar paso a la relajación.
Pese a las dificultades, Paunovic destaca cómo su equipo ha sabido sobreponerse a momentos complicados gracias al trabajo en equipo y a una fe inquebrantable. “Cuando esto está alineado, el cuerpo sigue y permite que florezcan los talentos”, comentó con orgullo. Sin embargo, también advirtió: “No todos los partidos se juegan así”. Las lecciones están ahí; hay errores que no se pueden permitir si quieren alcanzar su meta final.
Y hablando de errores, fue contundente respecto al gol del empate del Almería: “Hicimos un regalo, sinceramente”. Para él, perder un balón tan fácilmente es inaceptable. En su mente solo hay espacio para competir sin concesiones y demostrar lo mejor del Oviedo.