El pasado 31 de mayo, Fernando Torres, la leyenda del Atlético de Madrid, selló su renovación como entrenador del filial hasta 2027. Un momento que no solo marca su futuro en el club, sino también el compromiso con una filosofía que siente en lo más profundo. Con una sonrisa sincera, compartió sus sensaciones: “Muy feliz de poder continuar mi progresión y mi evolución como entrenador en el club de mi vida”. Esta declaración va más allá de las palabras; es un reflejo del amor que siente por el equipo que le vio crecer.
Reflexiones sobre el Futuro
A medida que habla, es palpable esa autocrítica que menciona con tanto fervor: “Independientemente de los resultados, hay una autocrítica muy grande”. Es un mensaje claro; no se trata solo de ganar o perder, sino de aprender y mejorar cada día. Su visión para el equipo es nítida: un fútbol intenso y agresivo, donde se priorice el juego rápido. Torres busca crear un ambiente donde sus jugadores puedan desarrollarse plenamente.
Su enfoque hacia la próxima temporada es incansable. “Esto no para”, dice con determinación, dejando claro que está listo para enfrentar los retos venideros sin dudarlo ni un segundo. Y si hablamos de talento en La Academia, Torres muestra orgullo al mencionar a Pablo Barrios, quien ha hecho su camino hasta el primer equipo. “Ver a un chico de la cantera en el primer equipo es especial siempre”, reconoce emocionado.
Torres sabe bien que su misión va más allá del mero entrenamiento; quiere asegurar que cada joven tenga la oportunidad de brillar, ya sea dentro o fuera del fútbol profesional. Su mensaje es directo: “Ese es nuestro trabajo de cara a nuestros jugadores”. Al final del día, lo más importante son ellos y su crecimiento personal y profesional.