Huesca. El día de mañana será un momento agridulce para Antonio Hidalgo, quien ha confirmado que dirá adiós al Huesca en lo que será su último partido como entrenador del equipo. En una rueda de prensa cargada de emociones, rodeado de su familia y del cuerpo técnico, el director deportivo Ángel Martín González y Ricardo Mur, consejero delegado del club, el técnico explicó los motivos detrás de esta decisión tan esperada por muchos.
Un cierre lleno de gratitud
A lo largo de su andadura en el club, Hidalgo ha logrado cosas increíbles. Su primera temporada fue un éxito, salvando al equipo y llevándolo a soñar con el ascenso hasta la última jornada de esta segunda campaña. «Es el momento oportuno de decir adiós con cariño y con los objetivos cumplidos», confesó emocionado. Para él, el Huesca no es solo un club; es parte de su vida: «Me ha dado la oportunidad de volver al fútbol profesional y he hecho amistades que serán para siempre».
No olvidó destacar a sus jugadores: «Creyeron en mí desde el primer momento. Son gente increíble que se dejó la piel en cada entrenamiento». A pesar de las exigencias que les impuso, reconoció que era lo necesario para alcanzar las metas del equipo.
En ese ambiente tenso pero cálido, Martín González se dirigió a Hidalgo recordando cómo este había sido un pilar fundamental para todos: «Nos sentimos huérfanos hoy. Ha dado todo por este club». Con una voz temblorosa pero firme, Hidalgo contestó agradeciendo la confianza que recibió desde su llegada en octubre del 2023.
A medida que se va acercando su despedida definitiva, le envió un mensaje sincero a la afición oscense: «Me siento uno más entre vosotros. Me habéis enseñado a no rendirme nunca y hemos construido algo bonito juntos». Y es que tras haber visto más de 6.000 almas en las gradas durante esta temporada, dejó claro que recuperar ese espíritu es solo el principio.